27.1.21

Responsabilidad

Es como el que conduce y va borracho;
para mí, que se estrelle contra el muro
o vuele al mar y acabe un mamarracho,
tiene que ver con él y su futuro.
Después de cierta edad es responsable
cada quien de su vida y de sus huesos;
dueño de sí, no puede ser culpable
quien se quiera atorar de miel o a besos.
El problema reside, ciudadanos,
en que están los demás, otras personas;
no nos podemos sacudir las manos
diciendo «no sabía, ¿me perdonas?».
Que complacer la sed por los caminos,
no nos haga verdugos ni asesinos.

24.1.21

para Mercedes, adolescente

Te recuerdo poder y voluntad
(y siendo que te sé, no lo imagino),
mi adolescencia sabe tu verdad,
tu juventud recuerda ese camino.
Tiempos para aceptar el todo o nada,
tardes que consumieron los «acaso»;
se declaró con miedo a tu mirada
la estéril religión del paso a paso.
Nunca jamás se disipó en tus ojos
la fuerza —tu valor adolescente—
que redactó con caracteres rojos
tu lema: «Soy verdad y cuido el puente».
¡Qué tiempos, qué aventura! ¡Qué alegría
que sigas invencible, todavía!

19.1.21

Prever

Los mentiras sagradas, los complejos,
los prejuicios arcaicos confundidos
con el miedo ancestral por los espejos
que nos devuelven lágrimas y ruidos.
La eterna cantaleta de la historia
de los hijos del sol y del futuro,
«yo creo que la hacemos» y la gloria
que «ya está aurita, causa, te lo juro».
Los mismos de ese «todo para nada»,
del «casi», del «mañana», «te prometo»,
«faltó suerte», «la cosa está arreglada»,
del «¿Sabes con quién hablas? Más respeto».
¿Dónde creen que vamos, ciudadanos,
con tanta sangre y mugre en nuestras manos?

16.1.21

p entonces q

Fue nuestro voto, fue la caravana
de siempre, y esas reglas amarillas
de «porque sí, porque me da la gana»
con las que se manejan las pandillas.
Nosotros los pusimos o dejamos
que llegaran allí («¡no me interesa!»).
¿Y ahora cómo hacemos? No hay reclamos
ni podemos decir que fue sorpresa.
Ellos son el reflejo de los vicios
de una moral vacía y mequetrefe,
del «tome, para usté, por sus servicios,
cómo arreglamos, porfa, ya pe jefe...».
Si mejoramos todos, compatriotas,
¡no nos gobernarán tantos idiotas!

15.1.21

Conferencia de prensa

«¡Santa Rita de Casia, un marihuano!
Qué horror, qué sin razón, qué mala broma.
¡Y es padre de la patria! ¡Qué pagano!
Seguro que es un hijo de Sodoma.
Tenemos que llamar a Comisión,
investigar sus dichos; sus acciones
pudieran ser punibles... La adicción
convierte a nuestros hijos en ladrones.
Nosotros, congresistas valerosos,
honestos e inocentes como Adán,
sentimos asco frente a los viciosos
que fuman hierba (¡cosa de Satán!)...
¿De qué corruptos me habla, periodista?
¡No sea impertinente ni anarquista!»

14.1.21

Dice el conspiranoico:

«La pandemia no existe, la pandemia
no es otra cosa que un infame engaño,
producto del rencor, de esa blafemia
de quienes quieren —¡Dios!— hacerte daño.
Pero nosotros somos los guardianes
contra el demonio y las conspiraciones
de abortistas, poetas, charlatanes,
comunistas, lesbianas y masones.
Es tan solo una gripe, ¡yo lo sé!,
pero Bill Gates y Soros, ¡qué maldad!,
tienen un chip y con el 5G
quieren esclavizar la humanidad.
¡Ivermectina y no te pasa nada!
Mami no tose más, y está callada...».

8.1.21

8 de enero

Sabemos de esa noche, de la estrella,
de la música —incendio y maravilla—,
del camino en el mar —duro y sin huella—,
del agua que a las piedras vuelve arcilla.
Sin embargo nos queda (por la prisa
tiende a olvidarlo el soplo de las tardes)
la victoria del bien —que en tu sonrisa
fue más que todo el ser de los cobardes—.
Me caminan los años por los huesos,
pero la vida insiste si es contigo,
porque me libran del horror tus besos,
y del frío tu ser alma y abrigo.
Por ti mi corazón halla su espacio
ni muy rápido, amor, ni muy despacio.

6.1.21

Carlos

                   para Carlos Aránguiz Zúñiga, invicto

Somos un poco menos sin tu risa,
sin esa claridad que en tu mirada
se burlaba del miedo y de su prisa,
deshacía el puñal de la emboscada.
Se ha oscurecido el mundo y, de repente,
lleva más piedras —más temor— el viaje,
pero aquí estamos, defendiendo el puente,
por eso de tu paz y tu coraje.
No sé si existe Dios —que debería—,
si hay un lugar contigo —que debiera—;
déjame atrincherarme en la alegría
de tu amistad de hermano y primavera.
Nunca pudieron, la maldad ni el trueno,
nublar tu luz amable de hombre bueno.

3.1.21

para Alejandra

Serenidad, paciencia, temple, calma...
Sí, claro, es lo ideal y ojalá sea,
pero si quieren maltratarte el alma
o el corazón, levántate y pelea.
Que guardes formas, hábitos y modos
que sean justos, me parece un sueño;
mas, si no son las reglas para todos,
rebélate que tú no tienes dueño.
Con cada «no» te marcarán de loca,
de fácil o de histérica o de bruja;
no te dejes —jamás— tapar la boca
ni aceptes la prisión de una burbuja.
Antes que ser el miedo que se calla,
sé la revolución y su batalla.