20.11.24

Para el viaje

La mañana se viste de neblina,
como un amanecer que no me alcanza,
como el fuego voraz de la rutina
que empieza, muerde, se deleita, avanza.
Todo vuelve a sí mismo, eterna rueda
que se repite, sin alzar la voz,
la gota de agua cínica, moneda
que vuela indiferente, ruin, feroz.
Y sin embargo, hay luz (o lo creemos),
hay barco, enero, juventud, constancia,
y el incansable golpe de los remos
ajenos al temor y a la distancia.
Que carguen tus maletas, para el viaje,
recuerdos, risas, voluntad, coraje.