8.1.23

Indispensable

para Alesia

Te he visto navegar en las tormentas
con la serenidad del marinero
que sabe que las olas más violentas,
para matar, tienen que herir primero.
Llevas la paz del que no debe nada
ni a las luces del sol ni a las oscuras
cavernas del temor. En tu mirada
no hay tardes frías ni respuestas duras.
Eres, cómo decirlo, indispensable;
porque entre tanta piedra y tanta arena,
tu voz tranquila, tu presencia amable,
convierten nuestro barro en gente buena.
Gracias por tu existencia, por tu amor,
por la oportunidad de ser mejor.

3.1.23

Temible y buena

para Alejandra

Temible y buena, luz que en la tormenta
puede temblar pero jamás se apaga;
serena voz que dice lo que cuenta
sin intenciones de veneno o llaga.
Serás lo que serás. De ti depende
si la noche te impone sus rutinas
o si preservas la ilusión, el duende,
de tus risas feroces, cristalinas.
Tuyo el futuro, tuya la memoria,
la decisión de ser. La alternativa
siempre es rendirse. Tú, premonitoria,
sabes que no lo harás (y me cautiva).
Que vivas mucho y hagas bien y seas
sueños, pasión, amanecer, ideas.