15.1.22

Tranquilamente

para Alejandra

Venceremos a tigres y dragones.
No temas descansar; yo velo el sueño
de tu vida (que ignora de traiciones,
que no sabe el temor ni tiene dueño).
Después conocerás que hay piedra y lodo,
y amigos que no son, desconocidos
que ofrecen sin pedir (que lo dan todo),
y adioses (otra vez), y sal y olvidos.
Ahora duerme así, tranquilamente,
con la paz de quien sabe que no hay nada
que pueda amenazarte porque el puente
lo cuida quien te ha dado esa mirada.
Vivir es algo absurdo y exquisito,
promesa y tentación, caricia y grito.

8.1.22

Un soneto de amor

para Alesia

Un soneto de amor simple, ordinario,
como una mariposa sin colores,
sin pretensión de asombro o campanario
y honrado como el sol y sus favores.
Sin metáforas graves ni complejas,
sin palabras arcaicas o estudiadas,
humilde (como un plato de lentejas),
que lleve a algún lugar (como las gradas).
De barro, terrenal, de piedra y lodo,
como el agua (esencial, fresco y ligero),
con el que pueda agradecerte todo
y encender la verdad con que te quiero.
Un soneto de amor correspondido,
por ser, porque serás, por haber sido.

3.1.22

Sea tu vida

para Alejandra

Que del miedo se encarguen los cobardes;
que del sí pero no, los inseguros;
nosotros demolemos en las tardes
y en las mañanas levantamos muros.
Quien tiene voluntad, es luz, resiste;
quien sabe libertades, se rebela;
la alegría es abrazo para el triste,
la paz amor, pero jamás cautela.
Sé leal y paciente, mira, escucha;
mantén el corazón latiendo, avanza;
como la fiera herida, muerde, lucha,
por más que ya no quede ni esperanza.
Sea tu vida asombro, parapeto,
campo de trigo, dignidad, respeto.