[escuchar el soneto]
Solo en tus fuerzas, solo en tu camino,
solo en tu hígado y en tus intestinos.
Solo en tu voluntad, solo en tu espada,
solo en tus manos, sucias y gastadas.
Solo en tus pies descalzos y en tu día,
solo en tus lágrimas y en tus alegrías.
Solo en tu decisión, solo en tu resto,
solo en tus pretensiones y en tus gestos.
Solo en tus piedras y en tu precipicio,
solo en tus cicatrices y en tus vicios.
Solo en la voluntad que te acompaña
todas las tardes, todas las mañanas.
Solo puedes confiar solo en ti mismo
cuando vas caminando sobre abismos.
2 comentarios:
Me encantó!
Gracias por compartirlo Pepito.
Besos desde Lima que lucha contra la bruma.
Elsie querida las gracias
no sirven para decir
que tú eres el porvenir
que salva de las desgracias.
En medio de las falacias
me muerdo y me desaliño,
me reduzco, me destiño,
pero en eso, de repente,
regreso a vivir urgente
a instancias de tu cariño.
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