[escuchar el soneto]
Ya está escrito, según dicen los dioses;
inútil el coraje vespertino,
inútil resistir a los adioses
o detener la nave del destino.
No hay razón contra Dios -porque no existe-,
no hay razón contra el sol -porque no siente-,
será mi carcajada risa triste
y tus ojos serán mi luz ausente.
Mañana será el fin pero mañana
no ha llegado a tu cuerpo todavía;
quien no se atreve a combatir, no gana,
se apaga un corazón sin fantasía.
Nunca es inútil defender el puente,
aunque la reina mire indiferente.
3 comentarios:
Querido amigo:
Sigues sorprendiéndome cada dos por tres. Enhorabuena por esta página que en mi despiste aún no había visitado.
Estoy disfrutando mucho tus sonetos, como de cuanto escribes.
Voy a recomendarla a todos mis conocidos, amigos y alumnos de talleres. A ver si aprenden algo.
Un abrazo desde Madrid.
Enrique Gracia Trinidad
Hola Enrique, gracias por la paciencia de leerme. Celebro que mis sonetos te gusten, son mi forma estrófica preferida (junto a la décima) desde que los leí primero en ese río incontenible que era Chocano y luego en esa inteligencia luminosa que fue Borges.
Un abrazo desde esta isla de Java.
JL
Muy pero que muy redondo.
Lo cierto es que el soneto admite tanta variedad que bien vale la pena dedicarle un espacio propio.
Los de las rubias son un alarde de ironía y sentido del humor, pero éste me ha impactado especialmente.
Un saludo
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