[escuchar el soneto]
Tus padres morirán, y tus hermanos
se morirán también, tarde o temprano;
ese amor juvenil y sus bellezas
será fiebre senil, baba y torpeza.
La vana adulación de tus espejos
será una cicatriz en tu pellejo,
el olor a jardín que hay en tus blusas
será mañana vómito y excusa.
Tus muslos suaves, fértiles y hambrientos,
serán dolor, cansancio y paso lento.
Todo se acabará porque los días
son una cruel y pálida agonía.
Por eso vive siempre echando suertes
al filo de la vida y de la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario