29.9.18

49

Duermes como si nadie te acechara,
con la indecente paz de tu niñez,
te protegen el sol, la luna clara
y ese gesto inocente de altivez.
Los años, las renuncias y las sombras
te alcanzarán, pero no importa hoy día;
cada palabra con la que me nombras
difumina el dolor con alegría.
Todo será ceniza, polvo y viento;
como mis padres, yo seré del mar.
Tú eres mi herencia, todo lo que siento
tiene que ver con el amor y amar.
Hoy celebro la piel de tu existencia,
tu madre y tú me salvan de la ausencia.

No hay comentarios: