26.10.23

Como un latido

En tanto quede luz y el escenario
nos permita un rincón, continuaremos
(ya sé, no es especial ni extraordinario
que avance el barco mientras tenga remos).
Sin embargo, hay arrojo en estar vivo
(sabiendo lo que sabe quien lo piensa),
que arar la tierra seca ya es motivo
de ternura y asombro y recompensa.
Descubrir el amor. Ser pasajero
del tren de la ilusión. Dar un abrazo.
Creer que si alcanzamos otro enero,
burlaremos las garras y el zarpazo.
Vivir es esta cosa sin sentido,
candorosa y sensual, como un latido.

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