Aprendí que el Estado de Derecho
significa el imperio de la ley,
donde ninguno obtiene más provecho
y nadie es explotado como un buey.
Todos nacemos libres, ciudadanos,
y la constitución, norma primera,
protege nuestra condición de humanos
frente a los atropellos de cualquiera.
Por eso hay que cuidar que la justicia
no se convierta en arma de venganza
o en moneda o favor que beneficia
la corrupción, el crimen, la acechanza.
Defender en voz alta que la gente
se presume —¡comprendan!— inocente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario