6.12.11

Lo que me toca

Porque para decir lo que me toca
digo que les diré -con mi respeto-,
que en la improvisación de este soneto
me deja un buen sabor la mala boca.

No tengo el corazón tosco y de roca,
ni vengo por afán de nombre o reto,
ni puyo ni me lanzo en el aprieto
que tanto buen rival no es cosa poca.

Escribo para no quedarme grave,
sin poderles hablar lo que quería
después que el cazador liquide el ave.

Así que acá les van, con alegría,
las catorce esperanzas de esta nave
de un pirata sin luz. De un tal Mejía.


[El soneto que acabo de publicar en http://www.facebook.com/groups/254293117943985/]