31.8.11

Todo contigo

Puedo subir la cuesta, si es contigo;
puedo cruzar el bosque, si me esperas;
puedo vencer al miedo, ¡ese enemigo!,
y a las desilusiones, ¡esas fieras!
La soledad se besa con la muerte,
las decepciones son piedra y veneno;
un corazón sin luz, es mala suerte;
la desesperación, un grito obsceno.
Todo contigo, nada sin tus ojos,
todo por ti, sin ti ya para qué;
sin tu sonrisa, crecen los enojos;
en tus labios acepto cualquier fe.
El amor es la llave y el candado;
tú eres mi patria, yo soy tu soldado.


21.8.11

Perdona, soledad

Perdónenme los tristes, los furiosos,
los huérfanos de amores y de abrazos,
los que miran un beso y, envidiosos,
se devoran los labios a pedazos.
Perdón a los que hierven en pasiones
y espasmos de alquiler; mis camaradas
de abandono y de sed. Son mis traiciones
inocentes también, pobres y honradas.
Perdona, soledad, tanto dejarte,
tanto olvidar tus noches en mi boca;
tan solo ayer te hallaba en cualquier parte
y hoy te he mordido el corazón de roca.
Perdóname dolor, si no te espero,
si voy feliz amando a la que quiero.


18.8.11

Las coplas no serán nunca soneto

Sé muy bien que bien saben que no es ocho
nada cercano al once tan querido,
pero el budín, también, sin ser bizcocho
pudiera agradecerse, de servido.
Por eso es que me atrevo con el gesto
de poner este enlace transgresor
del once ambicionado y manifiesto.
(¡Perdóneme! Fue solo por amor).
Y si acaso se atreve y se pasea
alguna piadosísima mirada
prometo que verá lucha y pelea
y ganas de ser todo ante la nada.
Las coplas no serán nunca soneto,
mas no hay por qué perderles el respeto.