6.7.13

Nadie puede acobardar al fuego


«Nadie», dice tu voz. Lo sé. Lo sabes.
Que llueva, que el lugar del Paraíso
no le corre al temor. Guardas las llaves.
Tengo la luz de ayer y el infinito.
Ninguna explicación. Que las palabras
sobran para decir lo que sabemos.
Que llueva, que los ríos sean llamas,
que nadie puede acobardar al fuego.
Tú eres la paz. Defiendo este castillo
con risas y coraje; son las armas
del amor. Ya lo sé. No soy distinto,
pero sí soy mejor porque me abrazas.
Habremos de quemar todas las naves.
Nada nos rompe. No. Ninguno. Nadie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese no es soneto en lo absoluto. Pero me gusta Que duendes y que estrellas... es muy bello, y si suprimes la segunda 'que' estaria mejor... Que duendes y estrellas...

Anónimo dijo...

Perdon, me equivoque. No dice "estrellas" sino doncellas.
Pero es igual, le sigue sobrando el, que.

Que duendes y doncellas
colmen el sueno infantil


No funcionan acentos y demas simbolos del espanol.