25.6.10

Otra vez

Otra vez la bandera desafiante en el asta,
y las hordas que llueven contra el viejo cañón
y el calor que se atreve y el sudor que no basta
y la nada aprendida de esa antigua lección.
No hay trinchera en la playa que impida el desembarco,
los del norte ya saben los rumbos de este sur,
volverán con su aliento de ayuno, seco y parco,
con sus bocas mordidas, con sed por el albur.
Resistir o entregarse da lo mismo, los hados
no conocen el miedo, la piedad, la ilusión;
si existir es rendirle nuestra suerte a los dados,
¡bienvenida a estos valles la sangrienta legión!
Qué importa que la vida carezca de motivo
si la voz que te invade te miente que estás vivo.

1 comentario:

El ornitorrinco dijo...

A riesgo de sonar pedestre y poco pertinente diré: excelente, diez puntos!... un abrazo desde Lima.