19.11.19

Cenicientos

La vida transcurrió sin darnos cuenta
(de cualquier forma dimos más de un paso),
fuimos madrastra (a veces Cenicienta),
pagamos el seguro (por si acaso).
Labios cobardes (que nos atrevimos),
valientes almas (que temblaron besos),
devoramos las uvas en racimos
y ahora somos sed (hasta en los huesos).
Que nadie se lamente de estar vivo
(la oficina de quejas no abrió nunca);
si alguno no encontró piedra o motivo,
comprenda de una vez: Todo se trunca.
Si alguien dice que no nos reconoce,
sea paciente (aún no dan las doce).

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